Es difícil adaptarse a alimentar al bebé de noche y a las horas de sueño, en particular durante las primeras semanas. La sección sobre el sueño del bebé ofrece un resumen de los patrones comunes de sueño de los pequeños. La mayoría de los recién nacidos duermen mucho, pero por cortos periodos de tiempo. La lactancia o la extracción de leche suelen seguir este patrón, ya que la alimentación del bebé ocurre cada pocas horas o más frecuentemente, durante todo el día y la noche.
Si no se extraen la leche de los senos durante la noche, las madres podrían levantarse con los senos inflamados (muy llenos de leche). La extracción de leche impacta su producción. La alimentación frecuente crea más leche y la alimentación menos frecuente significa que habrá menos leche. Si las madres quieren dar de su leche a sus bebés, deben tener varias sesiones de lactancia o extracción durante la noche. Dormir durante periodos cortos de tiempo es difícil para todos los adultos. Dormir durante periodos cortos es aún más difícil para las personas en recuperación después de un embarazo, parto y alumbramiento, además del cuidado constante del bebé. Esta parte de ser padres es realmente difícil. ¡Se volverá más fácil!
Si dormir más tiempo es importante para los padres, pueden considerar “dormir por turnos” con su pareja u otra persona de apoyo. Por ejemplo, un cuidador puede ser responsable de sostener, calmar y cambiar al bebé de 6 pm hasta la medianoche. Mientras tanto, tú duermes y, según el bebé de señales, el otro adulto puede traértelo para amamantar a tu lado. Así puedes permanecer casi dormida mientras el otro cuidador vigila al bebé y lo pone donde vaya a dormir una vez termine de comer. Entonces, después de la medianoche, tú puedes asumir la responsabilidad principal mientras el otro cuidador duerme. Si no, tu pareja puede tomar el turno de las 3 am para que puedas dormir hasta por la mañana.
Antes de acostarte a dormir, tener cerca un cambiador con todo lo que necesitas para alimentar al bebé te hará más fácil funcionar durante la noche. Algunos padres sugieren mantener las luces bajas para que por lo menos se sienta que es de noche. Pasar muchas noches con pocas horas de sueño puede hacer que te sientas impaciente, triste y olvidadiza. Intenta tomar siestas durante el día cuando puedas. Y, si resulta ser demasiado, díselo a alguien. Quizás tener a una amiga o a alguien que se quede contigo para ayudarte una noche podría ser la clave para que te sientas mejor.
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