Las hernias y los desgarros anales
Durante el parto, a nuestros cuerpos le ocurren muchas cosas, especialmente a la parte inferior. A muchas mujeres les toman por sorpresa las condiciones comunes que pueden ocurrir en los días y semanas después de tener un bebé. Estas son algunas cosas típicas que una nueva mamá puede experimentar.
Hernias
Una hernia es cuando una parte interna del cuerpo sale a través de una abertura en un músculo o tejido debajo de la piel. La Asociación Americana del Embarazo Una hernia es cuando una parte interna del cuerpo sale a través de una abertura en un músculo o tejido debajo de la piel. La Asociación Americana del Embarazo (APA, por sus siglas en inglés) dice que el lugar más común para que las hernias se desarrollen son en el estómago y la zona de la ingle. Los músculos del estómago se estiran durante el embarazo para adaptarse a un bebé en crecimiento. Por lo general, es menos frecuente, pero existe un mayor riesgo de hernias umbilicales (en el ombligo) después del parto, por los embarazos en mujeres con mucho sobrepeso o que han tenido más de un embarazo. Las hernias perineales (área cercana a la abertura de la vagina) también son raras y pueden ser causadas por una episiotomía (corte en la piel cerca de la vagina) durante el parto. Una hernia perinatal puede estar afuera, entre la vagina y el ano de una mujer (agujero por donde defecas), o dentro.
Si tienes una hernia, es posible que sientas un bulto o que veas una protuberancia debajo de la piel. Otras mujeres pueden tener un dolor persistente que aumenta cuando están activas, se inclinan, estornudan, tosen o se ríen. Por último, algunas embarazadas pueden tener hernias sin señales ni síntomas. La cirugía es la única manera de reparar una hernia, pero por lo general, las hernias no necesitan que actúes de inmediato. Si crees que tienes una hernia, habla con tu proveedor de cuidado de salud, que puede hacerte un examen físico para ver si tienes una.
Recursos:
- https://americanpregnancy.org/pregnancy-complications/hernia-during-pregnancy/*
- Tratamiento de las hernias después del parto: lo que las nuevas madres deben saber (*en inglés)
Desgarres y fisuras anales
Las fisuras anales son pequeños desgarres o hendiduras en la piel/tejido que recubre el trasero (la parte entre las nalgas por donde sale el excremento) – esto puede ser debido a la presión y la tensión en los músculos durante el embarazo o al parto. No es raro que las personas confundan las fisuras anales con las hemorroides. Puedes tener dolor y sangrado al defecar con ambas afecciones. Las hemorroides tienden a ser dolorosas durante todo el día, mientras que las fisuras anales generalmente solo duelen cuando defecas y el dolor puede ser muy fuerte. Algunas mujeres describen las fisuras anales como si evacuaran vidrios rotos, ya que podrías sentir un dolor agudo cuando defecas, seguido de un dolor y ardor profundo. También puede haber una pequeña cantidad de sangre roja brillante. La buena noticia es que las fisuras anales no requieren cirugía. Puedes tratarlas en casa.
Las cosas que pueden ayudar:
- Aliviar el estreñimiento (cuando pasas mucho tiempo sin defecar) con laxantes y una dieta alta en fibra (alrededor de 25-35 gramos al día);
- Toma un baño de asiento durante unos 10 a 20 minutos después de evacuar para aliviar el dolor, relajar los músculos y sanar.
Por favor, habla con tu proveedor de cuidado de salud si el dolor es muy fuerte y continúa incluso después de haberlo tratado en casa. Las nuevas madres no deberían tener que lidiar con mucho dolor sin ayuda. Mereces curarte.