
Para confirmar que te estás recuperando y que la transición al cuarto trimestre se desarrolla sin problemas, y para abordar cualquier inquietud, aprovecha los recursos de tu equipo de cuidado de salud. Esto podría significar hacer preguntas a través de un formulario en línea o “portal” del paciente, llamar a una línea de enfermeras, y también ser vista en persona. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que los proveedores de cuidado de salud establezcan un cuidado más “centrado en la mujer”. Esto significa que el equipo de cuidado de salud debe escuchar a las mujeres y abordar los temas que más le importan a las madres. Las guías de 2018 establecen que las mujeres deben recibir algún tipo de contacto de sus proveedores de salud dentro de las primeras tres semanas después del parto (en inglés) y recibir citas para seguimiento cuando las necesiten. Muchas cosas le suceden al cuerpo, el hogar, la salud y la vida de una mujer después del parto: aquí hay consejos para ayudarte a interactuar con sus proveedores para obtener la información y el apoyo que más te importa.
¡La visita debe ser sobre ti! ¿Alguna vez haz ido a una cita donde tu no eras la prioridad? Entonces, cuando vas a preguntar, ¿se te olvidan? No estás sola. Anota lo que va bien con tu salud, anota tus preguntas y haz una lista de los síntomas que sean preocupantes o confusos con anticipación. Puede ser útil llevar a alguien contigo a la sala de la clínica para ayudarte y asegurar que estás recibiendo la información que necesitas.
Ve preparada. Lleva los documentos para la licencia del trabajo o la escuela (si los necesitas) para que te los puedan firmar mientras estás en tu cita. Si tienes preguntas sobre el seguro, lleva los papeles necesarios para que puedan ayudarte.
Es privada y es importante. Si hay algo de lo que necesitas hablar, pero te avergüenza mencionarlo, déjale saber a tu proveedor cómo te sientes. Los temas como la incontinencia (orinar o defecar cuando no quieres hacerlo) son comunes en el cuarto trimestre, aunque puedan ser nuevos para ti. Si le indicas a tu proveedor que es difícil hablarle de algo, le dejas saber que tienes algo importante que decirle. Te mereces ser escuchada y recibir una respuesta atenta y respetuosa.
Di lo que piensas. Es importante que puedas hablar abiertamente y ser honesta con tu proveedor de cuidado de salud. Ellos pueden ofrecerte recomendaciones para tu salud posparto, pero si ese plan no encaja en tu estilo de vida, entonces no funcionará para ti. Está bien decirle a tu proveedor que estás buscando información sobre ciertos temas o no entiendes algo, o necesitas ciertas sugerencias. Asegúrate de que te están ayudando a cuidar de ti.
Pídeles que te repitan las cosas. Si tu proveedor te dice algo que no entiendes o que te molesta, está bien parar y pedirles que lo expliquen de otra manera. También puedes hablar con una enfermera u otra persona que pueda ofrecerte la información que necesitas.
Prioriza. Muchas clínicas de salud están muy ocupadas. Asegúrate de hacer tus preguntas más importantes primero, en caso de que te quedes sin tiempo y el proveedor tenga que irse.
Anota las cosas. Tu proveedor podría cubrir una gran cantidad de información durante una consulta y puede ser difícil recordarlo todo. Si anotas los puntos importantes, será más fácil recordar más adelante. Revisa los documentos que la clínica te provee al final de tu visita. Puede haber recomendaciones para el cuidado personal y el cuidado del bebé, así como una lista de los recursos de la comunidad.
Pide ayuda. Puedes llevar a los niños a tus citas médicas si funciona mejor para ti. Otra opción es ver si un familiar, un amigo o tu pareja pueden cuidar a tu bebé y a tus hijos mayores. También pueden acompañarte a la consulta y quedarse en la sala de espera o entrar contigo a la sala de examen. Si alguien puede ayudarte, será más fácil que hagas las preguntas que deseas hacer y escuchar activamente a tu equipo de cuidado de salud durante tu cita.